Relatos
JOSMAIRY FERNÁNDEZ
Tercer lugar
10 años 

Josmairy Fernández: “Sentí que el corazón se me salía del pecho cuando regresé a mi escuela”

Por: Eira González | La Guajira, Zulia | El Pitazo

Josmairy Valentina Fernández es una niña indígena que pertenece al pueblo wayuu. Ama escribir y dibujar en su tiempo libre y es la ganadora del tercer lugar en la categoría relatos del concurso literario Hagamos la tarea juntos, convocado por El Pitazo y UNICEF Venezuela
 

                                                                 
 No pensé que iba a ganar. Mi mamá recibió un correo electrónico y me contó. Yo no lo podía creer. Mi sueño es que otros puedan leer lo que escribo, entretener a la gente, porque los demás no tienen con qué distraerse ni divertirse”.  


En medio del silencio de la Guajira, Josmairy Valentina Fernández cuenta su experiencia durante el tiempo de estudio en su casa durante la época de pandemia, y su alegría al enterarse del regreso a clases. De esa emoción nace su relato La vida es bonita, que ganó el tercer lugar en la categoría relatos del concurso literario Hagamos la tarea juntos, convocado por El Pitazo y UNICEF

En el texto ganador, Josmairy narró la experiencia de compartir con su familia en esta difícil coyuntura; la organización que planificaron para el tiempo de estudio y las actividades complementarias realizadas, como la creación de un huerto familiar con plantas medicinales tradicionales wayuu.

La joven creadora es la última de cinco hermanos: Keiber, Bernardo, José y Josbelys, y junto a sus padres, Belén Fernández y Katiuska Fernández, forman una familia wayuu en la que Josmary ha aprendido la importancia de formarse para el futuro y compartir los conocimientos, tradicionales o no, con los demás. 

Josmairy vive en Campamento y estudia quinto grado en la unidad educativa Fe y Alegría Paraguaipoa, a unos 6 kilómetros de su vivienda. Dos veces por semana va caminando desde su casa hasta el colegio porque no hay transporte público hasta su comunidad y las mototaxis tienen un costo de 2.000 pesos (0,5 dólar). Siendo hija de dos docentes, solo cuenta con el dinero en efectivo que su mamá logra conseguir mediante el comercio informal en su hogar para cubrir los gastos básicos del grupo familiar. “Mi  mamá vende tetas [helados congelados] y alquila wifi colombiano para tener dinero y que podamos ir al colegio. Pero cuando se va la luz, se le dañan las tetas y no se hace nada”, cuenta la niña. 

Aunque su escuela no queda cerca, ella va alegremente a estudiar porque no se sentía cómoda con los métodos a distancia. La pequeña cuenta: “Así no comprendía, porque todo era por WhatsApp. Sentía que el tiempo pasaba y yo no estaba aprendiendo lo que tenía que aprender. Ahora es diferente, porque así sea un día a la semana veo a la maestra, me explica, le pregunto y veo a mis amiguitos, que me hicieron mucha falta”.

Josmairy ha tomado la lectura, la escritura y el dibujo como pasatiempos, porque no es mucho lo que se puede hacer en una comunidad sin parques, plazas, espacios para practicar deporte, música o cualquier otra actividad recreativa. Además, su hermana mayor también escribe y es su inspiración. “Ella también ganó en la primera edición del concurso El Pitazo y UNICEF. Fue ganadora en la categoría relatos, cuando la competencia literaria se llamó La escuela que es mi casa”, contó.

Esta escritora en ciernes nos habla de la intensa emoción que sintió cuando supo que su trabajo fue elegido entre los mejores: “No pensé que iba a ganar. Mi mamá recibió un correo electrónico y me contó. Yo no lo podía creer. Mi sueño es que otros puedan leer lo que escribo, entretener a la gente, porque los demás no tienen con qué distraerse ni divertirse”. “A pesar de todo lo malo, me gustaría que los niños como yo sepan que los sueños se pueden lograr y que la vida es bonita”, añadió con una sonrisa.