Relatos
AGUSTÍN JIMÉNEZ
Primer lugar
11 años 

Agustín Jiménez: el pequeño escritor que inspira e influencia con su bicicleta

Por: Jhon Pedraza Rodríguez | Distrito Capital | El Pitazo

Estudiante de sexto grado en el colegio Francia de Los Dos Caminos, Agustín Jiménez, de 11 años de edad, ha participado en las dos ediciones del concurso literario que surgió de la alianza entre El Pitazo y UNICEF Venezuela. El año pasado obtuvo el tercer lugar con un relato relacionado con la cuarentena. En su participación más reciente comparte su experiencia como influencer a bordo de una bicicleta
 

                                                                 
 Mi papá me dio una pequeña idea acerca de lo que podría ser el tema de mi relato. Me dijo: ‘Agustín, ¿qué te parece si cuentas cómo ha sido tu experiencia conduciendo bicicleta?’. Me gustó la idea, y entre otras opciones que tenía para mi relato, decidí que la sugerida por mi papá era la correcta.  


A la primera impresión, Agustín Jesús Jiménez Alvarez, de 11 años de edad, parece un niño tímido y de pocas palabras. Pero tras cada pregunta que se le formula se desata un torrente de elocuencia, inteligencia y brillantez.

Agustín es el ganador del primer lugar en la categoría relato del grupo de niños entre 10 y 12 años, un triunfo logrado tras su participación por segundo año consecutivo en el concurso literario auspiciado por El Pitazo y UNICEF Venezuela, que en esta última ocasión se denominó Hagamos la tarea juntos.

Comenta que el año pasado, su abuela Nidia Luna, una docente jubilada amante de la lectura, le informó acerca del concurso y lo motivó a participar. Con el apoyo de sus padres decidió embarcarse en la aventura que le dio el tercer lugar en su categoría. Eso lo inspiró a participar nuevamente, y el resultado obtenido lo sorprendió y lo dejó fascinado, según confiesa. Reconoce que dedicó horas de esfuerzo y creatividad en el proceso de redacción de un relato que tituló Una bicicleta influencer.

Sobre este particular, el joven narrador explicó que cada mañana se traslada en bicicleta desde su casa, en la Candelaria, hasta el colegio Francia de Los Dos Caminos, donde estudia sexto grado en la actualidad. Va en compañía de su padre, Gustavo Jiménez, en un recorrido diario de ida y vuelta.

“Mi papá me dio una pequeña idea acerca de lo que podría ser el tema de mi relato. Me dijo: ‘Agustín, ¿qué te parece si cuentas cómo ha sido tu experiencia conduciendo bicicleta?’. Me gustó la idea, y entre otras opciones que tenía para mi relato, decidí que la sugerida por mi papá era la correcta. Entonces empecé a escribir todo lo que he vivido desde que aprendí a manejar bicicleta, a los cinco años, hasta el presente”, explicó.

Sobre el título de su obra literaria, el pequeño autor refirió que gracias a la experiencia sobre su vehículo de dos ruedas, ha sentido que influye en otras personas para hacer lo mismo. “Cuando voy por las calles muchas personas me miran asombradas y sienten que las inspiro para practicar una actividad de ejercicio y ecologismo, que a su vez los motiva a cumplir sus sueños. Por eso a mi relato lo titulé Una bicicleta influencer”, destacó.

—¿Qué sientes cuando manejas bicicleta?

—Me gusta mucho. Disfruto de la brisa que me pega en la cara. Al principio me cansaba, pero cada vez fui adquiriendo más destreza y ahora estoy muy acostumbrado.

A la par de sus tareas y responsabilidades como estudiante del colegio Francia, Agustín emplea parte de su tiempo en escribir cuentos y relatos de varios géneros, entre los cuales destaca los de aventura y horror como sus favoritos. Sugiere que el tema de la próxima edición del concurso promovido por El Pitazo y UNICEF esté relacionado con el género de animación japonés Animé. “Naruto es uno de mis personajes favoritos”, señaló.

Para Agustín existen dos personas que son parte importante de su vida, tal como lo expresó él mismo: “Mi abuela y mi papá”. A ellos les dedica especialmente el triunfo obtenido.

—¿Qué mensaje les das a otros niños y jóvenes de Venezuela?

—Yo les digo a todos que si tienen algún talento tienen que utilizarlo, no dejarlo escondido, porque todos somos buenos haciendo alguna actividad. No importa si eres malo en inglés o bueno en matemáticas, desarrolla lo que más te gusta. Si eres bueno haciendo algo, vuélvete el mejor en ese algo.

Agustín se siente satisfecho y agradecido por la oportunidad de crecimiento que le ha brindado este tipo de iniciativas que estimulan las potencialidades en niños, niñas y adolescentes, y asegura que volverá a participar en la siguiente edición: “También pienso ganar en el concurso del año que viene”, afirmó con total seguridad.