Relatos
JHOSMARY FLORES
Primer lugar
16 años 

Jhosmary, una ganadora del concurso de UNICEF que sueña con ser escritora 

Por: Pedro Izzo | Guárico | El Pitazo

Jhosmary Flores, de 16 años, ganadora del primer lugar en la categoría relato del concurso La escuela que es mi casa, cuenta que ahora investigará mejor sus tareas y contactará a sus familiares migrantes gracias a un celular inteligente y un dispositivo wifi inalámbrico. Ambos son premios obtenidos por narrar su experiencia desde casa en la parroquia rural Lezama, del municipio Monagas, estado Guárico, durante la pandemia por COVID-19

                                                                 
“Yo no estaba en la casa. Llamaron mientras yo buscaba unas tareas para investigar, y cuando llegué mi mamá me recibió con esa noticia. Fue muy emocionante”, recuerda la adolescente de 16 años.


Restan tan solo cinco meses para que Jhosmary Flores culmine el quinto año y se gradúe de bachiller de la República Bolivariana de Venezuela. Tal vez en este tiempo no vuelva a reencontrarse con sus amigos en los pasillos del liceo Jesús Bandres, en la parroquia Lezama del municipio Monagas, estado Guárico. Mientras tanto, sus estudios continúan en casa. Los escasos recursos no son excusas para la joven, que vio en el concurso La escuela que es mi casa la oportunidad de mostrar su talento y así obtener un premio que le permitiera un mejor desempeño académico.

“Me siento muy contenta, porque de verdad lo necesitaba”, se escuchó a lo lejos a Jhosmary antes de que se cayera uno de los 18 intentos para sostener un contacto telefónico con la ganadora del concurso. Finalmente, la llamada 19 fue la vencedora. Con la misma inteligencia que relató su experiencia de estudio durante la pandemia, Jhosmary ubicó un espacio libre de distorsiones, y así, con voz fina y firme, sin tanto titubear, recordó la emoción de sentirse ganadora.

“Yo no estaba en la casa. Llamaron mientras yo buscaba unas tareas para investigar, y cuando llegué mi mamá me recibió con esa noticia. Fue muy emocionante”, recuerda la adolescente de 16 años, quien agradeció a su madre, Cándida Flores, a su abuela, su hermana y su tía por creer en su talento y apoyarla en todo momento.

Luego de leer Cien años de soledad e inspirarse en la obra de Gabriel García Márquez, Jhosmary decidió incursionar en la categoría relato del concurso promovido por El Pitazo y UNICEF. “Quería probar mi capacidad y ver si tenía el talento para escribir un relato, que es lo que más me apasiona”. Confiesa que no fue fácil adaptarse al aula de clases en casa, entre otras razones porque en el día a día sortea una lucha constante con la débil señal telefónica mientras hace uso del celular de su mamá para cumplir con sus deberes académicos.

Pese a no tener la certeza de volver a las aulas del liceo Jesús Bandres, donde solía compartir con su primo Michael Flores y demás compañeros, esta novel narradora visualiza desde ya sus opciones universitarias. Ella adelanta sus preferencias, ubicadas entre el sueño de convertirse en una escritora y una dura realidad económica que afronta junto a sus familiares, mientras estudia con disciplina y dedicación: “Me gustaría una carrera para ser escritora, pero como donde yo vivo eso no es muy común, la otra carrera que me gustaría estudiar es medicina”.

El premio

Jhosmary suena calmada tras la bocina del celular que le prestó una vecina para lograr esta entrevista, como reconocimiento a la victoria que obtuvo con el relato Nos volveremos a ver. Mientras estas líneas representan un premio para el logro de la joven de Bellas Brisas, en Lezama, ella no pudo ocultar la alegría y las ansias de recibir su otro gran premio, con el cual evitará molestar a su mamá y a su vecina para recibir llamadas y hacer las tareas. “Me gané un teléfono y un aparato de wifi. Me siento muy contenta porque de verdad lo necesitaba para investigar, hacer mis evaluaciones y comunicarme con mis seres queridos que están fuera del país”, exclamó con energía en su voz.

Antes de despedirse, Jhosmary envió un mensaje a todos esos jóvenes estudiantes que, como ella, tienen dificultades, pero sueñan en grande: “Sigan adelante, estudien mucho para lograr lo que desean. Y aunque no es fácil, cayendo también se aprende, y si no te propones realizar la meta, no vas a saber las capacidades que tienes”, dijo con absoluta firmeza la joven vencedora.  

    Anterior